De Libertad...

Un mundo sin límites, sin concesiones, sin horizontes. Un sueño que raya la más utópica de las irrealidades. Un sueño que lleva por título Libertad.

¿Qué es la libertad?
Según Abraham Lincoln “el hombre nunca ha encontrado una definición para la palabra libertad”; sin embargo la RAE nos trae doce definiciones muy precisas del término. Pero ¿Qué es? ¿Una idea, una tendencia?, ¿Un estado provisional de la persona?… De algo sí estoy convencido (y estoy dispuesto a discutirlo con cualquiera, lo que sería una ligera contradicción a mí mismo), y es de que la libertad, sea lo que sea, no forma parte de mi realidad. Hablo de dos perspectivas, que particularmente no puedo desligar, ni identificar en qué punto termina una y comienza la otra: una realidad “interior” y una realidad “exterior”, que juntas conforman mi realidad “personal” (utilizo estos términos a falta de otros más adecuados a mi forma de pensar).

Mi realidad exterior envuelve mi visión del mundo, mi país; mis relaciones con las personas con las que comparto de una u otra forma mi vida. Es una realidad en extremo cambiante: cada día estoy más inmerso en la situación, me asombra más la magnitud de los problemas, la violencia del tiempo que me tocó vivir, que por fortuna para los chinos son “tiempos interesantes”. No hace falta describir en qué estado se encuentra nuestro mundo, ni siquiera vale la pena referirnos a la cantidad de abusos que sufrimos hoy en día en mi Venezuela, pero por todo aparco en una de tantas reflexiones que se me vienen a la cabeza ¿Somos libres?
Aquel niño en África que quiere morir porque hace más de dos o tres días que no bebe agua ¿Es libre? Esa chica que, por haber nacido en un hogar donde el dinero no es problema, está secuestrada y depende de una cifra ¿Es libre? Aquel alcohólico, desarreglado, que vive del aluminio y que es rechazado por los demás ¿Es libre? Hay miles de casos, miles de respuestas, unas más elaboradas que otras pero ninguna hasta hoy que complazca mi pensamiento. Yo creo que ninguno de ellos goza de libertad. Ninguno decidió dónde nacer, en qué condiciones vivir, qué oportunidades tener. Es muy fácil juzgar, y no soluciona nada en absoluto, sin embargo “ellos”, ajenos siempre, nos sirven para darnos cuenta de que no somos libres, mientras “ellos” existan nunca lo seremos. Nos ayudan a percatarnos de que vivimos sometidos a la voluntad de una inmensa fuerza que a veces llamamos sociedad, pero la noticia es que sociedad somos todos. No es un régimen político el gran culpable de nuestros males, somos nosotros. Por supuesto, ni la violencia ni los abusos ayudan, y no son el camino hacia la Libertad. Surge entonces una pregunta ¿Es la Libertad un fin? Giuseppe Mazzini dice que “la libertad no es un fin, es un medio para desarrollar nuestras fuerzas”, claro todo depende del contexto, el término es muy versátil. Yo sí creo que la Libertad es un fin, es una máxima para el hombre. Una cosa es el libre albedrío, que nos hace hombres, y otra la libertad plena.

Cuando hablo de realidad interior me refiero a los conflictos y dramas que vivo día a día en mi relación conmigo mismo y mi relación con Dios. Constantemente se arman grandes batallas entre mi “Ello” y mi “Súper-yo”. Generalmente entiendo quién gana pero algunas de esas veces se me hace muy difícil hacer lo que es correcto en el momento. Sin embargo no pierdo las esperanzas, conforme voy fracasando aprendo y desarrollo más mi criterio acerca de lo que es o no correcto, en consecuencia puedo decir que me acerco más a ser libre.

Mi fe cimienta mi forma de pensar, mi manera de ver las cosas, y bastaría para conocerme preguntarme cuál es mi fe. En oposición tengo que aceptar que mi fe evoluciona a medida que conozco y vivo más a Dios. Ahora, ¿A quién se le ocurre fundamentar una estructura sobre una base que no es fija? Pues para entenderlo quiero aclarar que no concibo mi pensamiento como una estructura fija, vulgar y simétrica, sino más bien como una figura abstracta.

Resumiendo un poco lo que antes he dicho, quiero atreverme a cometer la gran estupidez de mostrar una solución a los problemas del Mundo. Estoy convencido que debemos vivir dentro de una sociedad cuyo principal valor sea la Libertad. El único camino que existe para alcanzar la Libertad es sin duda el Amor. Según mi fe no hay amor más grande que el de Dios hacia nosotros y ese amor está resumido en la Palabra, en el evangelio. Y Jesús nos dice



“Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres” (Jn 8, 32).

11 comentarios:

Janecita. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Janecita. dijo...

Hola, Samuel...!

Te conozco de referencias, de muy buenas referencias, debo decir...!!!

Me siento orgullosa de contar en nuestro país con jovénes como tú. Comparto a plenitud tu punto de vista sobre la Libertad; por ella debemos luchar siempre...!!!

Desde ahora y en adelante, cuenta con una nueva amiga, estoy segura que en algún momento vamos a tener la oportunidad de conocernos.

Saluditos,

Janet.-

Samuel dijo...

Hola Janet, gracias por recibirme, también estoy seguro de que en algún momento tendremos la oportunidad. Saludos

Abog. Eugenia Bavaro dijo...

Felicito tu escritura. Además felicito tu manera hilada de unir ideas de forma lógica para lograr explicar de fondo lo que reflexionas, y las conclusiones a las que llegas..

Sea lo que sea que motive tus pasos hazlo siempre como dices, con amor, con fe, creyendo en Dios pero también en tí mismo.

Independientemente de que estén o no de acuerdo contigo siempre escucha abiertamente a los demás, ahí puede estar la clave para mejorar, para conseguir limpiar el camino hacia donde quieres llegar.

Besos primito..

Samuel dijo...

Gracias euchy, por todo. Saludos y besos

** BP ** dijo...

fuerte y sencillo...
"ámense los unos a otros como yo los he amado"
Excelente entrada Sam!

Anónimo dijo...

Muy buen post. Me han gustado mucho. Las citas seleccionadas son precisas y relevantes.

Sin duda, como tu dices la libertad se alcanza a través del amor. El amor es lo que mueve el mundo y, también, acerca el camino a la libertad.

Enhorabuena, Samuel.

Abog. Eugenia Bavaro dijo...

A Janecita visítala de vez en cuando lo que pasa es que por ahí si que no hay mucha libertad... Jejejeje... mentira mentira, estoy echándole broma a ella ;)

Es como mi hermana Samu, le he hablado mucho mucho de tí..

Besos

Laura dijo...

Me encantó tu escrito y añado lo siguiente: nada nos hace mas libres que dudar. Cuando pones en duda tu realidad interior y exterior (como tú las llamas), te encaminan hacia tu propia libertad.

Besos y que Dios te bendiga

Abog. Eugenia Bavaro dijo...

Samu, te admiro.. yo no puedo despegarme por mucho rato de esto :S

Te mando un besote

Anónimo dijo...

Interesante, siempre me ha gustado tu forma de pensar. Definitivamente fue una buena idea revisar este blogspot.